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Saturday, August 11, 2007

 

Fútbol

Esto salió solo en la TV en canal 11, para cuando tengan tiempo y solo se publicó en la Jornada.

Rene Drucker Colin
Una muestra de la vida nacional

El 4 de junio del presente año, Carolina Aranda Cruz, de 11 años,
estudiante de quinto de primaria, fue invitada a dar un discurso en
el
World Trade Center ante cientos de pediatras y del secretario de
Salud. Su discurso terminó con una frase devastadora: 'Pobre México nuestro, tan
cerca del futbol y tan lejos de la ciencia'.

Algunos extractos de su discurso son apabullantes; Carolina dice:
'¿Por qué apoyar más a los futbolistas que a los científicos? ¿Son mejores
personas? ¿Producen mayor riqueza? ¿Nos divierten más? No creo,
gracias a los científicos también nos divertimos, ellos inventaron las
computadoras, los ipods, los simuladores. Además, salvo algunos casos, los jugadores
de futbol nos hacen ver muy mal mundialmente y nuestros científicos, que
nadie

apoya, no'. Y en otro segmento de su discurso expone: 'Me da
pena que nuestro gobierno y nuestros empresarios inviertan tanto en futbol
y seamos tan malos. Me da pena que inviertan tan poco en ciencia y
seamos tan buenos.. Tenemos la mejor universidad de Hispanoamérica, según la
revista Time, y cada vez le damos menos recursos a la UNAM. ¿Por qué
no apoyar a lo que ya dé resultados? Un país que no invierte en ciencia y
educación siempre será un país pobre. ¿Queremos un México pobre?'

¡Qué les parece! Carolina le dio al clavo, y por demás, pues tiene
razón.
Ya lo vimos, por poco perdemos en futbol con Cuba, país donde ese

deporte casi no se juega, y perdimos con Honduras. Pero ejemplos de ésos
abundan en la historia del futbol mexicano..

Por otro lado, cabe mencionar otra vergüenza. El discurso de Carolina
sólo tuvo eco en un medio de comunicación escrito y en uno televisivo. La
pobreza noticiosa de los medios de comunicación también se evidenció.
Y las cosas no cambian. Hace más o menos seis años, tres jóvenes
mexicanos ganaron medallas de plata y bronce en una olimpiada científica en
Dinamarca, donde compitieron 52 países. Ningún medio de comunicación
vio importancia alguna en mencionarlo en algún segmento. Estaban muy
ocupados con señalar las medallas de Ana Guevara, de quien también estamos muy
orgullosos. Pero tanta diferencia, ¿se vale? Yo pienso que no.

La semana que acaba de pasar Televisa llevó a cabo su foro anual
llamado Espacio. Creo que cerca de 5 mil universitarios asisten para escuchar
a diversos personajes de la vida académica y política. Entre los
invitados estuvo el actual director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks. La ocasión hubiera sido
perfecta
para hablar sobre los proyectos que tendría el Conacyt para impulsar las
oportunidades en la ciencia para los jóvenes, o de las estrategias
para desarrollar la tecnología que requiere el país en los próximos años y
que podría abrir abanicos de oportunidad para la juventud. Pero no, habló
sobre la moral. Yo no tengo nada en contra de la moral, pero hubiera
sido moralmente más correcto para el director del Conacyt explicar,
presentar o desarrollar temas sobre los cuales cientos de jóvenes en el país están
preocupados y que se relacionarían con su futuro como
mexicanos con
oportunidades.

En fin, estimados lectores, como pueden ver, en nuestro país tenemos
mucho que deplorar, mucho de qué sonrojarnos y mucho que dejar de arropar.

Y para colmo vuelven los programas de "realiza tus sueños siendo un timbiriche o un actor de disney"

El País es el reflejo de los orates que tenemos en todos los niveles de gobierno, de todos los partidos políticos.

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